Primeros 1000 días

Mortalidad Infantil: del análisis a las acciones


Los equipos de Salud trabajan en diversas estrategias y acciones para disminuir los índices de mortalidad infantil en la provincia. Se busca facilitar la accesibilidad a la atención de las personas gestantes y bebés, mejorar los controles durante la niñez y agilizar el sistema de turnos médicos.

Tras un análisis de los datos disponibles sobre el índice de mortalidad infantil, el ministerio de Salud de la Provincia trabaja en la implementación de acciones y en el delineamiento de estrategias y políticas públicas para aplicar en este semestre, en busca de disminuir dicho indicador. En este sentido, la subsecretaria de Salud, Silvina Mastrángelo, y los referentes de Maternidad Infantil y Medicina Materno Fetal, se refirieron al camino recorrido hasta el momento y los planes a corto plazo.

La subsecretaria indicó que el aumento de la Tasa de Mortalidad Infantil (TMI) a un valor de 6.4/1000 (6,4 cada mil nacidos/as vivos/as) durante la anterior gestión de gobierno -que fuera informado en febrero pasado-, “motivó rápidas reuniones con los equipos técnicos del Comité de Análisis de Muerte Materno Infantil, lo que derivó en las acciones que ahora vamos a implementar en el semestre y que tendrán continuidad el año próximo”.

Mastrángelo señaló que “si bien Neuquén mantiene tasas bajas de mortalidad en relación con otras jurisdicciones del país, se trató de un incremento de un año al otro (de 2022 a 2023)” por lo que “es fundamental el análisis técnico de las historias clínicas para determinar las líneas de acción a mejorar”.

Por su parte, desde la dirección de Maternidad e Infancias, Elizabeth Puentes, explicó el funcionamiento del Programa de Análisis de Muerte Materna e Infantil (PAMMeI), con comités integrados por varias disciplinas como Pediatría, Neonatología, Servicio Social, Psicología y Obstetricia, entre otras, desde donde se analizan los procesos de atención, se observa el circuito y los niveles de atención que intervinieron en cada caso.

“Durante el primer semestre de este año pudimos observar los procesos de atención en cuanto a lo obstétrico, lo neonatal y lo post neonatal, y pudimos apreciar que teníamos que tomar acciones, como facilitar la accesibilidad a la atención de las personas gestantes y bebés, y mejorar los controles durante la niñez”, indicó la referente.

Mastrángelo señaló que “para eso se fortalecen los sistemas de turnos, generando agendas a más largo plazo para que las personas puedan acercarse a cualquier centro de salud u hospital y acceder a un turno con facilidad. Ese es un trabajo que estamos realizando y ya se ven los frutos, porque hay un aumento en la oferta de turnos en toda la provincia”.

Al mismo tiempo, para disminuir la TMI, explicó que se planifica “mejorar la capacitación del equipo de salud” que atiende este grupo poblacional e “incorporar más equipamiento”.

En este sentido, a las dos incubadoras híbridas entregadas a fines de 2023 se sumaron cuatro más, y hay un proceso de compra en marcha para sumar otras siete unidades. “Se va tratando de ayudar con el equipamiento para contar con lo óptimo. La tecnología también va avanzando debemos aggiornarnos”, comentó Elizabeth Puentes.

Matrángelo anticipó que para lo que resta del año habrá “más capacitaciones de los equipos” y aseguró: “Particularmente se visibiliza a la ecografía como un método diagnóstico fundamental durante el período gestacional, que se asocia directamente a la detección de embarazos de alto riesgo. Este punto es clave para adecuar la atención y derivar pecientes a centros que posean la complejidad correspondiente”.

El médico tocoginecólogo Luis Fernández Miranda, de la Unidad de Medicina Materno Fetal del Hospital Provincial Neuquén y representante de la organización no gubernamental Red Argentina de Medicina Materno Fetal, indicó que desde dicha organización brindan capacitaciones asociadas al screening o tamizaje durante el embarazo.

“Básicamente consisten en herramientas de detección precoz a través de ecografía, de marcadores bioquímicos, de factores de riesgo que tiene la embarazada y de esta forma poder detectar algunas de estas condiciones”, dijo Fernández Miranda y detalló: “La detección de anomalías fetales a través de la ecografía y revisando el bebé con la ecografía, que es hoy por hoy el único elemento costo efectivo que hay para poder revisar a un bebé dentro de la panza, nos permite detectar anomalías que pueden mejorar la calidad de atención cuando nazca”.

Las capacitaciones también favorecerán el trabajo regionalizado y la referencia y contrarreferencia. Fernández Miranda explicó que la actividad de formación también “apunta a fortalecer los equipos en el interior, ayudarlos a mejorar el diagnóstico prenatal y canalizar vías de comunicación entre lo que es el centro de alta complejidad y los centros de mediana o baja complejidad y viceversa”.

Asociado a esto, la Historia Clínica Digital y el uso de la plataforma ANDES también ofrecen beneficios. “Es importante que esa información esté en la Historia Clínica en Andes, principalmente para facilitar el acceso a los datos y registros sanitarios de la persona desde los distintos niveles y efectores intervinientes”, destacó Mastrángelo.

Mientras que Puentes concluyó que todas las acciones confluyen en el objetivo de que “cada familia sea atendida, contenida y asistida en el lugar que corresponda”, de acuerdo a los requerimientos particulares de cada caso y con un abordaje integral.